La Tenencia de Carabineros de Lago Ranco era un recinto de tránsito, interrogación y tortura de prisioneros, en su mayoría campesinos del mismo sector, los que luego de ser detenidos y conducidos al retén eran trasladados a la Comisaría de Río Bueno, donde se les mantuvo incomunicados, siendo interrogados y torturados.

Las condiciones a las que fueron sometidos los presos políticos en este cuartel eran de hacinamiento, frío, privación de alimento y agua, permaneciendo amarrados y con los ojos vendados. Los presos políticos denunciaron haber sufrido golpes, amenazas de fusilamiento, obligados a beber agua con orina y excrementos, y eran permanentemente amenazados.

La mayor actividad del Retén de Lago Ranco como centro de detención e interrogatorio de presos políticos se concentró en el año 1973. Entre los prisioneros estuvieron Arturo Vega González, Teófilo González Calfulef, Manuel Jesús Hernández Inostroza y Cardenio Ancacura Manquián, todos detenidos en sus domicilios el día 16 de octubre de 1973, para luego, en la noche de ese día, ser conducidos al Vapor “Laja”, donde fueron ejecutados y sus restos lanzados al Lago Ranco, desaparecidos hasta la fecha.