El Complejo fue en primera instancia propiedad de privados que controlaban gran parte del territorio forestal de la zona cordillerana de la provincia de Valdivia, pero que, a la vez, mantenían condiciones laborales bastante precarias para los trabajadores, iniciando un descontento generalizado en los años 60, que coincide con el auge de la Unidad Popular y el proyecto político de carácter socialista. En esta década llegó un estudiante de ingeniería forestal llamado José Liendo (denominado posteriormente como “comandante Pepe”), acompañado de algunos estudiantes de la Universidad Austral. El “comandante Pepe” era un estudiante con ideas socialistas y militante del MIR, que organizó a los trabajadores del complejo con el fin de reivindicar sus condiciones sociales, desde huelgas generalizadas
hasta la toma de fundos en la zona.

Posteriormente, con la llegada de la Unidad Popular al poder, se implanta la reforma agraria, dando el poder a los trabajadores sobre los terrenos ya tomados con anterioridad, formando así un complejo de trabajadores forestales organizados con influencias socialistas. De esta forma, desde el año 1971 a 1973, se desarrolla el Complejo Forestal y Maderero Panguipulli, que en ese entonces era la empresa estatal forestal más grande del país y de organización socialista.

Luego de la dictadura militar impuesta en el 1973, el Complejo sufre una de las represiones más grandes que se conocen en Chile, desarticulando la organización con más de 70 personas detenidas, desaparecidas y ejecutadas. Las zonas más reprimidas corresponden a Chihuío, Liquiñe y Neltume, que eran los sectores principales del Complejo. Luego de esto, en el año 1981, en la zona de Neltume se genera el único intento de guerrilla organizada por el MIR, con el fin de resistir mediante las armas contra el régimen dictatorial, este intento de guerrilla se radicó en la zona cordillerana del antiguo Complejo, en donde luego de algunos meses de lucha, fue vencida por las fuerzas opresoras.

La muerte por fusilamiento de los principales actores políticos vinculados al MIR, ejecutados en Valdivia, en Llancahue, pertenecen al recorrido que realizó la “Caravana de la Muerte”, donde ya tenían identificados a los dirigentes más importantes de la zona. Las oficinas, hoy abandonadas, están en la localidad de Neltume, sin embargo, encontramos en todo el tramo cordillera lugares significativos como son la bodega del Edifico del Sindicato “Esperanza del Obrero” ubicada en la cercanía de Chabranco, que fueron utilizadas como centro de detención y tortura de los miembros de este mismo Sindicato antes de ser asesinados en el fundo “Chihuío”.