Los testimonios consignan que es donde más detenciones ocurrieron durante 1973, reduciendo la cantidad de arrestos el año 1974.

Los ex prisioneros relataron que desde el momento de su detención eran golpeados y maltratados, permaneciendo incomunicados. Varias denuncias cuentan que eran conducidos a las afueras de la ciudad, donde eran castigados y golpeados. Al momento de ser detenidos a muchos de los prisioneros se le sometió a escarnio público, llevándolos a la comisaría a pie y amarrados por las calles de la ciudad. Muchos eran traídos de predios agrícolas cercanos. En 1973 varios fueron trasladados a La Serena al Regimiento Arica, y también a la cárcel de la ciudad.

En los testimonios denunciaron golpizas, fracturas en el cuerpo, aplicación de electricidad y simulacros de fusilamiento. Después de que eran liberados, algunos relatan que por un largo período debieron presentarse todos los días a firmar a la Comisaría.