En una emotiva ceremonia, organizada por la Corporación de Memoria y Cultura de Puchuncaví, a la que asistieron más de un centenar de ex prisioneras y prisioneros políticos acompañados de sus familias, se instaló en diciembre de 2018 la séptima placa Enredadera de la Memoria, en recuerdo a los detenidos en lo que fue el campamento de prisioneros Melinka-Puchuncaví, ubicado 36 kilómetros al norte de Valparaíso.

Antes de ser campo de concentración, en estas instalaciones funcionaba uno de los centros de veraneo levantados por el gobierno de la Unidad Popular. Administrado hasta ese momento por la Central Única de Trabajadores (CUT), tras el golpe de Estado de 1973 fue ocupado por la Infantería de Marina, entidad que transformó el lugar en un centro de prisioneros políticos. Cercos de alambre y torres de vigilancia fueron instalados por los mismos presos. Funcionó hasta 1976, concentrando el mayor número de detenidos entre 1974 y 1975.